16/4/09

¿Periodismo ético?

En esta buena película protagonizada por Robert Redford y Dustin Hoffman, All the President's Men, vemos a dos hombres en busca de algo que todo buen periodista debe buscar: la verdad. 

 

Se trata de los días previos a dar a luz el escándalo de Watergate, una de los más infames de la historia reciente. Las corazonadas de dos periodistas dedicados a descubrir los hechos de una caso bizarro son el impulso detrás de esta historia verídica, que pretende ejemplificar el carácter de esta disciplina llamada periodismo.

 

En esta profesión, la verdad es una situación idílica y nunca se descubre, sólo se interpreta. Sin embargo muchas veces para llegar lo más cercano a ella, uno debe de rasgar con cuestiones básicas que van de la mano con la integridad y los principios. A esto se le llaman juicios morales y constituyen el filamento de todo ser humano.

 

En el caso de Bernstein y Woodward, no son la excepción. A través del film vemos la forma que afrontan las situaciones de una forma u otra, dependiendo de su necesidad por conseguir la información. Esto por último nos revela el colmillo de cada uno, pero más importante aún, nos muestra que para un hombre (o dos) en una misión, la ética es únicamente un impedimento.

 

Por un lado, tenemos a dos periodistas serios, con principios y modales, dignos de su trabajo y la profesión, sin embargo cuando el juego se pone duro y las cosas no salen a su manera, hacen lo necesario por abrir la boca de sus fuentes. Es cierto que el periodismo está para informar a la sociedad, sobre todo en cuestiones tan graves como las que se tratan, pero también hay que pensar en los intereses ajenos y el impacto que implica una declaración delicada como aquellas que hundieron a Nixon.

 

Cabe recalcar que no considero las acciones de Woodstein como algo malo, simplemente debemos recordar que las personas merecen respeto, sobre todo si buscas algo de ellas. Uno no puede exigir algo de otro si no se lo merece, y mucho menos si no está en buenos términos con la persona. Una cosa es la persistencia y otra, es la impertinencia.

 

Es verdad que el periodismo, como todo medio de comunicación, implica dinero y reconocimiento. Por ello, mientras exista una asociación entre el poder y la información que impida un trato imparcial y desinteresado de la misma, nunca habrá un verdadero periodista ético. Es demasiado fácil caer en la tentación. Quizá esté blasfemando y sí haya unos pocos, pero en verdad es raro aquel individuo que logre el mérito, y en un país dónde son más los que necesitan que los que no, qué puede esperar uno de la ética. 

1 comentario:

  1. ¿Quiere decir que no tenemos ética porque somos pobres? No sé qué tan sólido sea su planteamiento. Conozco gente multimillonaria sin ningún principio.

    Hay gente que no tiene para comer, pero no roba ni una tortilla. La ética no va en función de necesidades. Siempre, escuche, siempre, se puede hacer cualquier otra cosa antes que delinquir.

    Por otro lado, creo que nuestros periodistas de la peli sí descubren. Interpretan poco de facto. Más bien leen entre líneas.

    Me gusta su estilo, ya se lo dije.

    ResponderEliminar