21/4/09

No sólo un pasatiempo


En tiempos difíciles o en busca de un descanso de la realidad, todos recurrimos a una fuente importantísima de escapismo: el mundo del entretenimiento. El mismo nombre lo dice, está ahí para servir a su espectador, dándole un deleite auditivo y/o visual que lo entretenga, y sea agradable o no, haga que olvide por unos momentos todos sus pensamientos y la carga de la vida diaria.

Poca gente lo imagina, pero en este mundo del entretenimiento, la industria de los videojuegos reina. En al año 2007, las ganancias generadas por todo el mercado de videojuegos (menos de PC) fue de casi 18 mil millones de dólares. Aún más impresionante es pensar que estas cifras no incluyen las tarifas de jugar por Internet, una tendencia que cada día se vuelve más popular. Y por si no fuera poco, hay que recordar que para jugar los videojuegos, uno debe de adquirir una consola que reproduzca el juego antes que todo.

Tomando estos puntos en cuenta, uno se puede dar una idea la magnitud de la industria. Sin embargo, para la persona común ¿esta información de que le sirve? Algunos gamers habilidosos están conscientes del potencial que hay para lucrar a través de los videojuegos. Existen grandes comunidades de jugadores alrededor del mundo encargados de organizar y llevar a cabo torneos en los cuales siempre están presentes los medios de comunicación, así como compañías y personajes influyentes del medio. Las competencias reúnen a los mejores jugadores del mundo en distintos juegos, así como sus equipos que representan a sus respectivos países.

Recientemente leí una nota que me llamó mucho la atención. Hablaba sobre un joven coreano llamado Jae “Moon” Jang que es conocido por ser uno de los mejores jugadores de Warcraft III (un juego de estrategia en tiempo real) del mundo, habiendo ganado 5 campeonatos internacionales de este juego. Este mérito no lo logra cualquiera, pero aún mejor es el mérito de pertenecer al exclusivo equipo coreano de WeMade Fox, que el pasado marzo firmó un contrato con el jugador por 3 años por una suma de casi $470,000 dólares.

Es difícil creer que uno pueda vivir de jugar videojuegos, pero la verdad es que este deporte virtual va mucho más allá de sólo ser bueno. Ser un jugador profesional requiere gran disciplina y entrenamiento, así como sentido común y gran estrategia. Para ello, los jugadores deben de entrenar rigurosamente (generalmente de 6 a 8 horas al día), conocer las estrategias de sus rivales y entender la complejidad del juego. Así como todo trabajo, debe de existir una pasión por jugar y créanme que en esta industria la hay.

Mi punto es que ahora que parece estar en quiebra el mundo, con la infame crisis mundial que vivimos, debemos de ver más allá de lo convencional. A pesar de la inseguridad monetaria que nos atormenta, aún existen lugares a los que uno puede recaer como una fuente de ingresos. Muchas veces no nos damos cuenta pero es sólo una cuestión de convertir un hobby o pasatiempos en algo rentable y definir nuestro nicho en el mercado. Así como Jang convirtió su pasión por jugar en algo productivo, todos debemos de ver que aún en situaciones infavorables económicas está lleno de posibilidades para ganar dinero el mundo.

3 comentarios:

  1. Muy buen post. El último párrafo es muy sólido. Como dije, espero y creo que estoy recibiendo, mucho de usted.

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