23/4/09

Legalize it!




Hace poco más de una semana en México, senadores y expertos sobre el tema del cannabis se reunieron con el propósito de debatir los pros y contras que conllevaría la legalización de esta planta, también conocida como marihuana. Es verdad que es un tema controvertido y que en mente de muchos su legalización llevaría a grandes problemas de salud pública y que no tendría gran impacto en el tráfico de drogas. Sin embargo muchas de estas alegaciones en su mayoría son ridículas y sirven a una causa mayor, mantener el poder.

 

Para empezar, debo de explicarles las razones por las cuales considero a esta planta como benefactora para la sociedad. Pocas personas lo saben pero en siglos pasados, el cáñamo (la fibra de la planta) fue considerado como la principal fuente de materia prima para papel, textiles, medicinas y sus aceites esenciales servían de combustible para quinqués y candiles. Además de sus usos mercantiles, es una planta que ha sido utilizada desde hace más de 10 mil años por todas las civilizaciones e incluso en culturas orientales es considerada sagrada. En esencia, el cáñamo es la fibra textil natural más duradera, robusta, flexible y resistente que conoce el hombre, entonces ¿qué pasó para ilegalizarla?

 

Como ya verán, la respuesta es simple y la razón sencilla. A principios del siglo XX con el surgimiento del amarillismo en los medios masivos y el crecimiento de las minorías en EUA, el establishment decidió que era hora de empezar a hacer algo al respecto. Para segregar a estas minorías, se empieza una campaña de difamación en contra de los mexicanos “enloquecidos por marihuana” y los negros “bohemios de la contracultura”, que pretendía alarmar a la mayoría blanca sobre este nuevo “peligro para la sociedad”. Sin razón alguna, y basándose en falacias, el gobierno apoyado por parte de la interesada y creciente industria petroquímica, logran satanizar esta planta al grado de que dos cigarrillos de marihuana llevaron al primer hombre arrestado por posesión a 4 años de cárcel.

 

Para dejarlo claro, la marihuana se ilegalizó a partir de mentiras, discriminación e intereses monetarios. Por si fueran pocas las propiedades importantes de esta planta, cabe resaltar algunos de los usos médicos más significativos, entre ellos: ayuda a combatir el cáncer, el SIDA, el glaucoma, las migrañas, el asma, los dolores musculares y los síntomas menstruales en las mujeres. Antes del siglo XX había sido la planta con mayor número de usos para la sociedad, con un estimado de 25,000 usos textiles y 15,000 usos farmacológicos, sin duda era una planta sin igual.

 

Ahora bien, si hablamos en un contexto actual, es muy cierto que la marihuana es el negocio ilícito más lucrativo, con ganancias fácilmente alcanzando dobles cifras en miles de millones de dólares a nivel mundial. El dinero que se usa en la batalla contra esta planta también alcanza estas cifras, pero la batalla contra los narcóticos, en especial la marihuana es una batalla perdida. Se estima que se producen alrededor de 450 mil toneladas de marihuana al año, con México liderando esta cantidad. No existe gobierno alguno que tenga los recursos, ni la capacidad de lidiar con esta situación. Por esto, si uno se pone a pensar en la posibilidad de legalizarla y por ende la cantidad de dinero que se podría generar al darle impuestos y regulación, es verdad que podríamos tener una economía mucho más fuerte y activa. Sin embargo, ¿qué pasa con el consumo? ¿no se dispararían las cifras? ¿qué pasaría con la adicción?

 

Hay que dejarlo muy claro, la marihuana NO CAUSA ADICCIÓN, al menos no de la forma que uno cree. A diferencia de otras drogas legales como el tabaco, el alcohol y la cafeína (que por cierto las primeras dos matan a más gente que todas las demás sustancias legales e ilegales juntas),  la marihuana no posee ninguna sustancia fisiológicamente adictiva, únicamente puede llegar a haber adicción psicológica. Esto quiere decir que tu cuerpo jamás entrará en grandes depresiones, sentirá dolor, necesitará rehabilitación, ni mucho menos morirá por consumir marihuana. Depende absolutamente de la VOLUNTAD de uno el consumirla o no, y por ello decir que conlleva al uso de otras drogas es francamente estúpido.

 

Como alguna vez escuché, el problema de la marihuana es que a uno lo vuelve pacifista, y en realidad lo que el mundo quiere no son pacifistas, sino capitalistas.

 

En fin, aunque sólo he tocado la superficie del tema, espero haberles dado a entender que la legalización de la marihuana no sería algo destructivo para la sociedad mexicana. Es verdad que para llevarla a cabo se necesita de infraestructura y concientización, sin embargo poner cuestiones como la salud pública al frente para abatir la verdad es una práctica realmente ignorante. Hay que pensar de verdad, sabiendo que el ingreso máximo de la delincuencia organizada proviene de una planta milenaria con un sinfín de usos y que por ningún motivo lógico es ilegal, uno debe cuestionarse, ¿qué carajos queremos para México? 

4 comentarios:

  1. Guau, esta apología me hizo sonreír. Estoy con usted. Se agradece este dicurso.

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  2. Yo también estoy contigo, debemos dejarnos de prejuicios y empezar a conocer las cosas nosotros mismos
    pacifistas siempre!!!!!!

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  3. Muy interesante postura amigo y buena forma de plantearlo. :D

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