26/4/10

El modernismo y hoy



El modernismo tiene un encanto inexplicable que sólo al leerse uno logra comprender. La precisión de autores como Darío nos enseñan la belleza de las letras y la gran imaginación con la que se pueden utilizar. Así mismo, el uso de metáforas y símiles para enfatizar la preciosura de las cosas crea una mezcla de emociones exquisitas. Es por esto que se dice que los modernistas eran alquimistas con la tinta, porque transforman una palabra mundana en algo fantástico, y lo bello en algo sublime.

Para muchos de nosotros que estamos acostumbrados a un ritmo de lectura rápido, como lo es en el siglo XXI, el modernismo puede parecer excesivo en su forma de embellecer las cosas. Pero lo que uno debe recordar es que este movimiento retoma las raíces del mito griego y qué sería de Heracles (Hércules) sin sus gigantescos músculos que lo hacían el más fuerte o de Hermes sin sus pies con alas que lo hacían el más veloz. El punto es que la exageración es una parte fundamental para comprender la grandeza de las cosas, y tanto los griegos antiguos como los latinoamericanos de hoy comprendemos esto.

Asturias vs. Orwell


Una de las grandes cualidades del Señor Presidente de Miguel Ángel Asturias es el hecho de que logra transmitir perfectamente el sufrimiento de las personas. Pocos libros retratan la crudeza y la desesperación que se vive en este mundo de tal manera como lo hace el autor. De hecho, mientras avanzaba la historia no lograba más que recordar aquellas escenas terribles de raptos y violencia que se viven en 1984 de George Orwell. Y de hecho, éstos dos libros publicados en 1946 y 1948 respectivamente, comparten muchos rasgos.

Si comparamos las dos historias nos daremos cuenta que en el núcleo encontramos los mismos elementos: opresión por el gobierno, sufrimiento del pueblo, exilio, amor, redención, etc., todo parte de un contexto histórico que vivieron los autores. Sin embargo lo que hace tan característica la novela de Asturias, es el uso del vocabulario guatemalteco de la época. Esa mezcla de folklore y onomatopeya sensacional que resulta mucho más poderoso que palabras precisas para retratar el momento, que llena de detalles y enriquece a la historia.

Pero a diferencia de 1984, en el Señor Presidente encontramos una historia puramente latinoamericana en la cual las fuerzas de opresión no sólo trabajan interna, sino externamente. La incorporación del gobierno americano como elemento controlador del gobierno del Señor Presidente crea un nexo directo al mundo real y es en este momento cuando el libro pierde su universalidad. De no ser por éste rasgo denunciatorio tan directo y quizá el vocabulario peculiar, Asturias hubiera logrado una novela maestra sin escrúpulos y más abierta a interpretación.

25/4/10

Dos mundos lejanos


El Popol Wuj y la Brevísima relación de la destrucción de las Indias comparten ciertas características aunque tuvieron su génesis en mundos muy distintos. Por un lado tenemos la Brevísima escrita por Bartolomé de las Casas que nos describe con crudeza el trato hacia los indios de aquel tiempo, muchos de los cuales perecieron a costa de los españoles. Por el otro tenemos el Popol Wuj que nos describe el génesis de una forma muy distinta, mitológica y poética llena de moralejas y con fuertes imágenes que cuentan las creencias de un pueblo en contacto con el mundo y un fuerte sentido de dualidad entre todo.

Lo que ambos textos comparten son historias que nos muestran la destrucción y ambición del hombre. Por un lado la Corona que estaba tan ansiosa por el oro de América y su desdén por los pueblos indios, por el otro Zipacná y los 400 hombres que dispusieron matar a éste por simple miedo y cierta envidia a su gran poder. Lo que diferencia a éstos textos es la forma en que son narrados, uno de forma muy gráfica y seca, el otro con coloridas y fantasiosas explicaciones que muestran distintos estilos literarios y cosmovisiones.

Aunque en el Popol Wuj la historia es contada con una sutileza que uno no siente el lado oscuro, hay que tenerlo muy presente. Los hombres de madera aluden a que para crear algo mejor y cambiar el mundo, se necesita de un sacrificio. Así mismo, la Brevísima demuestra el sacrificio que según los colonizadores y la Corona era por una razón superior o divina.